Las áreas del conocimiento que se enseñaban en las escuelas romanas, eran prácticamente las mismas que en Grecia: alfabeto (leer y escribir), gramática (expresión oral y lectura de clásicos y cultura general), música, matemáticas y astronomía, retórica, poesía, filosofía y educación física.
Las escuelas romanas también se conocían como escuelas de gramática, en donde los alumnos aprendían aspectos de todas las áreas del conocimiento. Al igual que las escuelas de nuestro tiempo, en la escuela se recibía una instrucción para obtener una cultura general. Sin embargo, a diferencia de las escuelas de la actualidad, no existía un corpus autónomo de cada una de las disciplinas; sino que se partía de la lectura e interpretación de los textos. En ese sentido, el método de aprendizaje debió haber sido el mismo para todas las áreas del conocimiento: un maestro con su libro en mano y los alumnos leyendo en voz alta y comentando los textos, sin importar si se trataba de poesía o matemáticas.
La enseñanza del alfabeto se manejaba desde los
primeros años y se combinaba la enseñanza del latín con la del griego, por lo
que la mayoría de los romanos eran bilingües, al menos al principio de la
república romana. En cuanto a la enseñanza de la gramática, como ya se ha
dicho, el contenido era diverso y dependía de los textos que el profesor
manejara para su lectura e interpretación.
El área de la música, en realidad, abarcaba el canto, la danza y la ejecución de instrumentos musicales. A diferencia de los griegos, los romanos consideraban inconveniente que los varones practicaran la danza, ya que en Roma la homosexualidad no se practicaba tan abiertamente como en la Atenas clásica. Por otro lado, las matemáticas comprendían también a la geometría y la astronomía; mientras que la retórica abarcaba el arte de convencer con la palabra y el conocimiento de las leyes romanas. Por último, la poesía y la filosofía, al igual que en Grecia, eran consideradas las disciplinas más elevadas. Pocos tenían acceso a la enseñanza de éstas y por lo regular, estaba reservada para los nobles.
La educación física continuó la tradición griega de
la gimnástica y juegos olímpicos, aunque ya no conservaron ese nombre. Hacia el
siglo II d.C. se institucionalizó una serie de olimpiadas romanas en todo el
imperio. De acuerdo con Suetonio, el emperador Nerón, consolidó esta costumbre griega,
pues “instituyó, por primera vez en Roma, una competición triple, cada cinco
años, según la costumbre griega, musical-gimnástica-ecuestre, que llamó
Neronia”.
Comentarios
Publicar un comentario